martes, 30 de octubre de 2007

Conviene no perder las buenas costumbres


Hacer ciencia en Chile resulta complicado. Especialmente si, lejos de crecer, el presupuesto se reduce a la mitad. En todo el país solo 300 alumnos pueden, como yo, iniciar una carrera científica. Fue muy emocionante juntarse con ellos y sus profesores para reclamar lo que corresponde. Y al final, como eternos universitarios, siempre recurrimos al césped.




Otra costumbre que sienta muy bien mantener (incluso a 10.000 km de mi vida "normal") es el teatro. Y para ello Chile es un lugar excepcional. Aquí, la interpretación y la dramaturgia tienen categoría de carrera universitaria y eso se nota. Así que cogiendo ideas... ya veréis, jeje.